Las mejoras salariales para policías y soldados fueron destacadas por el presidente Gustavo Petro durante el evento Dignidad Mayor, ¡Rumbo al Pilar Solidario! en Bucaramanga. El mandatario afirmó que, a partir de enero de 2026, los soldados de Colombia recibirán por primera vez el salario mínimo legal vigente, mientras que los patrulleros ya cuentan con ingresos superiores a los de años anteriores.
Petro recordó que cuando inició su mandato encontró patrulleros con ingresos bajos y soldados que apenas recibían 300.000 pesos mensuales sin alimentación garantizada. Hoy, según sus palabras, la situación cambió de manera significativa: los patrulleros ganan hasta diez veces más que en el pasado y los soldados tendrán salario mínimo a partir del próximo año.

Cómo impactarán las mejoras salariales en la Fuerza Pública
El presidente comparó las condiciones actuales con las que enfrentaban generaciones anteriores de policías y militares. Señaló que en el pasado los patrulleros trabajaban con remuneraciones mínimas y sin garantías adecuadas. Con la reforma salarial, aseguró, se reconoce el esfuerzo de quienes velan por la seguridad del país. Puede leer: El presidente Gustavo Petro denunció actos de censura
Petro también hizo referencia a las críticas de algunos sectores de la reserva activa que protestaron por estas medidas. En su opinión, dichas manifestaciones no tienen fundamento porque los ingresos de la Fuerza Pública mejoraron notablemente frente a épocas pasadas. “Hoy un patrullero gana diez veces más que antes y un soldado tendrá el salario mínimo con alimentación incluida”, puntualizó.
Las mejoras salariales como parte de la dignificación laboral
El presidente presentó estas decisiones como parte de una política más amplia de dignificación laboral en el sector público. Sostuvo que el reconocimiento a policías y soldados no es un privilegio, sino un derecho. Aseguró que su trabajo resulta esencial para garantizar la paz y el cumplimiento de la Constitución.
De acuerdo con Petro, estas medidas buscan fortalecer la moral de la Fuerza Pública y mejorar la relación entre las instituciones y la ciudadanía. Según su visión, la justicia social también debe alcanzar a quienes prestan servicio militar o policial. “Un soldado no puede vivir con 300.000 pesos al mes. Debe tener un salario que le permita sostenerse y mirar con esperanza el futuro”, señaló.

Debate fiscal sobre las mejoras salariales para la Fuerza Pública
El anuncio de salarios más altos para policías y soldados abre un debate sobre el impacto fiscal de la medida. Petro reconoció que se trata de un esfuerzo económico importante para el Estado. Sin embargo, aseguró que está justificado. Explicó que los recursos provendrán de una reorganización del gasto público y del compromiso de priorizar la justicia social en las finanzas nacionales. También puede leer: El Gobierno anunció la expansión del bono pensional
Además, señaló que la sostenibilidad del programa se apoyará en un uso eficiente de los recursos. Añadió que la política de salarios dignos no solo beneficia a los trabajadores de la Fuerza Pública, sino que también genera estabilidad en sus familias y contribuye a fortalecer la cohesión social.
Comparación de estas mejoras con los gobiernos anteriores
En su intervención, Petro contrastó los resultados actuales con los obtenidos en administraciones anteriores. Subrayó que mientras gobiernos pasados dejaron a soldados y policías con bajos ingresos, su gestión logró un avance sin precedentes. Para el presidente, el cumplimiento del salario mínimo para soldados en 2026 marcará un hito en la historia laboral de la Fuerza Pública.
De esta manera, buscó enviar un mensaje a quienes cuestionan su gestión en materia de seguridad y derechos laborales. Según su discurso, el aumento salarial refleja un gobierno comprometido con la equidad y con la dignidad de todos los trabajadores del Estado.
El anuncio de que los soldados recibirán el salario mínimo a partir de 2026 y que los patrulleros ya cuentan con ingresos superiores a los del pasado representa un cambio relevante en la política laboral de la Fuerza Pública. Para el presidente, estas medidas no son concesiones políticas, sino un acto de justicia social.