La descertificación de Colombia anunciada por el gobierno de Donald Trump en la lucha antidrogas generó un inmediato rechazo en el escenario político. Aunque la medida no implica el fin del apoyo económico, sí supone un golpe diplomático que pone al país en la mira internacional.

La descertificación de Colombia es un acto político, según Lizcano
El exministro de TIC y precandidato presidencial Mauricio Lizcano aseguró que la decisión de la Casa Blanca es “más política que técnica”. Explicó que se trata de un llamado de atención directo al presidente Gustavo Petro. También resaltó que la cooperación de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico se mantiene.
Lizcano subrayó que la medida no interrumpe los recursos destinados al combate contra las drogas. Sin embargo, deja a Colombia expuesta en el escenario internacional y abre un debate sobre el trasfondo diplomático de la relación bilateral. Puede leer: Petro sustentó origen del incremento en cultivos ilícitos
Voces que defienden al Gobierno en medio de la crisis
Desde distintos sectores políticos han salido en defensa del presidente Gustavo Petro tras la decisión de Washington. La senadora y precandidata presidencial Clara López calificó la descertificación como un acto de “injusticia”. Señaló que la medida desconoce los avances logrados en materia de incautaciones récord de droga, reconocidos incluso por cifras oficiales de Estados Unidos. También puede leer: La oposición responsabilizó a Petro por descertificación
“Es injusto con los policías y soldados muertos en la erradicación, y con los colombianos que ahora cargan un estigma internacional”, afirmó.

López comparó la medida con lo ocurrido en Brasil cuando la Casa Blanca impuso aranceles punitivos. Argumentó que esas decisiones tienen más relación con diferencias ideológicas que con evaluaciones técnicas. A su juicio, “el problema no es solo de oferta, sino de demanda”. Para ella, este debate trasciende las fronteras colombianas. El mensaje de la senadora en X aquí
El ministro del Interior, Armando Benedetti, sostuvo que la descertificación es un mensaje contra el presidente Petro y no contra la política antidrogas. Insistió en que se trata de una decisión política que deberá resolverse por vías diplomáticas. Además, recalcó que la cooperación económica se mantiene. “El compromiso del Gobierno y la fuerza pública sigue intacto para combatir el narcotráfico”, aseguró.
Ambos coincidieron en que la medida desconoce los sacrificios internos. También señalaron que envía un mensaje equivocado al resto de la comunidad internacional en un momento en que Colombia enfrenta riesgos sociales y económicos derivados del narcotráfico.
Ernesto Samper: “La descertificación es ilegal, política y regresiva”
El expresidente Ernesto Samper reaccionó a la decisión con un comunicado. Calificó la medida como “ilegal, política y regresiva”. Explicó que ningún país tiene la facultad de imponer sanciones unilaterales sobre otro y que solo la Organización de Naciones Unidas puede hacerlo en circunstancias justificadas.
Samper recordó que Colombia ya vivió una descertificación en el pasado. Aseguró que no significó “el fin del mundo”, sino una oportunidad para mostrar los costos que el país ha asumido por un problema que no le corresponde en solitario. El mensaje del expresidente Samper en X aquí.

“El trasfondo está en los países consumidores, como Estados Unidos y varias naciones europeas, que deben cumplir su compromiso de reducir la demanda. Mientras el consumo de drogas de origen vegetal disminuye, aumentan los estragos de las drogas sintéticas como el fentanilo, que Colombia no produce”, precisó.
También señaló que esta decisión tiene un carácter regresivo. Explicó que recae sobre campesinos e indígenas, los eslabones más vulnerables de la cadena del narcotráfico. Subrayó que la sanción debería comenzar en los propios mercados consumidores, “que es donde se generan y quedan las grandes utilidades del negocio ilícito”.
Samper cerró su pronunciamiento recordando la importancia de la política de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos. Insistió en que estos programas deben fortalecerse con cooperación internacional y no debilitarse con medidas que estigmatizan a Colombia en el escenario global.

Críticas al enfoque de Estados Unidos
El exsenador Jorge Enrique Robledo, pese a sus diferencias con Petro, rechazó la medida. Sostuvo que el verdadero origen del negocio ilícito está en la demanda de cocaína en Estados Unidos y en las enormes ganancias que allí se generan.
“Un kilo cuesta en Colombia cinco millones de pesos y en las calles de Estados Unidos se vende por 97 millones. Esa rentabilidad financia la corrupción en todas partes”, explicó.
Robledo insistió en que la solución no puede ser unilateral. Recalcó que debe surgir de la concertación entre todos los países afectados por el narcotráfico. El mensaje del exsenador Robledo en X aquí
La descertificación de Colombia y la responsabilidad compartida
Las distintas voces coinciden en que la descertificación tiene un fuerte componente político. Además, recae sobre sectores vulnerables como campesinos e indígenas. Estos grupos cargan con los costos de la erradicación y sustitución de cultivos.
El debate deja sobre la mesa una pregunta clave: ¿debe Colombia seguir pagando el precio de un fenómeno que se alimenta, principalmente, de la demanda en mercados extranjeros?
Impacto internacional y nuevos retos para Colombia
La descertificación de Colombia por parte de Estados Unidos no solo plantea un nuevo desafío diplomático. También reabre el debate sobre el modelo global de lucha contra las drogas.
Entre críticas y defensas, el consenso parece claro: se necesita un enfoque compartido que vaya más allá de las sanciones unilaterales.
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