El Bando de la Independencia volvió a convertirse en un río humano que reafirma la memoria viva de la libertad de Cartagena. Desde temprano, en la Avenida Santander, familias enteras, turistas y visitantes ocuparon cada espacio para acompañar un desfile que, más allá de la fiesta, reivindica la gesta histórica del 11 de noviembre de 1811.
En medio de comparsas, carrozas y música, Infomilenials recorrió este escenario para reconstruir una jornada que hizo palpitar a la ciudad. Las cifras entregadas por la Alcaldía de Cartagena confirman la magnitud de esta edición: más de 10.000 artistas, 200 comparsas, 28 carrozas y un recorrido cercano a cuatro kilómetros, todos disfrutados en absoluta calma bajo un amplio dispositivo de seguridad.
Bando de la Independencia: la ciudad celebra con civismo
El ambiente del desfile estuvo marcado por orden, alegría y sentido de pertenencia. En la mitad del recorrido, el alcalde Dumek Turbay recordó la profundidad histórica de estas fiestas.
“Hoy conmemoramos 214 años, desde el 11 de noviembre de 1811… Todos hicieron posible con su esfuerzo la independencia absoluta. Hoy… señalamos que es tiempo de celebrar con civismo, en paz y en sana convivencia nuestras fiestas populares de independencia”.
La declaración del alcalde dialoga con un fenómeno visible este año: un Bando de la Independencia organizado, seguro y respetuoso. A diferencia de épocas en las que ciudadanos preferían abandonar la ciudad por el desorden, esta vez se evidenció un despertar colectivo que fortaleció el espíritu festivo.
Bando de la Independencia: una fiesta construida por sus hacedores
Detrás de la explosión de color, el desfile tuvo una columna vertebral conformada por quienes moldean el tejido cultural de la ciudad. La Alcaldía de Cartagena resaltó la participación de:
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3.436 artistas en danza, música, teatro y disfraces.
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5.271 participantes del programa Únete a la Fiesta.
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39 candidatas del Reinado Popular de Independencia.
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26 candidatas del Concurso Nacional de Belleza.
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Más de 250 artistas plásticos, responsables de carrozas y macrofiguras.
En ese marco, la directora del IPCC, Lucy Espinoza Díaz, celebró la magnitud de la jornada: “Sin duda alguna ha transcurrido una jornada maravillosa… Más de 50.000 personas disfrutaron a cielo abierto este sonido cartagenero del movimiento de nuestros artistas”.
La inversión de $1.620 millones para la creación de carrozas no solo fortaleció la identidad cultural, sino que dinamizó la economía creativa cartagenera. Esta apuesta permitió que más de 250 artistas vivieran de su oficio durante las fiestas. Más información sobre el desfile del Bando aquí.
Bando de la Independencia: voces que mantienen viva la tradición
A lo largo de la avenida, voces de asistentes recordaron que las fiestas no solo se viven: también se sienten. La gerente de Fiestas, Alejandra Espinosa Harris, expresó: “Bueno, llegó el gran día. Vivimos felices este día de la independencia. Mucha gente disfrutando… Aquí lo que hay es una gran muestra artística y alegría de este pueblo”.
La emoción también se reflejó en ciudadanos como Clara Guerrero: “Porque es que se reúne toda la historia de España, de Colombia, de nuestros ancestros africanos y toda la alegría”.
Beatriz Benítez, del barrio Petare, destacó la energía humana que sostiene la celebración: “Porque es lo mejor, su gente, el calor de las fiestas, el comportamiento de los residentes… Es la fiesta del pueblo de nosotros, los cartageneros”.
Cada testimonio reafirma que el Bando de la Independencia es un territorio emocional donde convergen memoria, identidad y orgullo.
Bando de la Independencia: seguridad, civismo y un renacer ciudadano
Uno de los temas más repetidos entre los asistentes fue la seguridad. Javier Paleta afirmó: “Bueno, el Bando me ha parecido un Bando organizado este año… Me ha parecido una seguridad excelente”.
Esa sensación de confianza permitió que miles disfrutaran sin alteraciones. Lo que se vio en terreno —familias completas bailando, comparsas avanzando sin tropiezos y ausencia de incidentes significativos— confirma que Cartagena vive una transformación cívica en sus fiestas.
En la recta final del recorrido, Jesika Padilla sintetizó el sentimiento general: “Los invito a disfrutar de las fiestas de Cartagena porque la estamos disfrutando porque la estamos rescatando… Cero robo, la gente muy alegre… Son las mejores fiestas de Colombia”.
Su frase condensa una realidad que Infomilenials verificó durante el recorrido: el ambiente festivo estuvo acompañado por un comportamiento ejemplar.
Cuando Cartagena marcha unida, la fiesta se transforma
El Bando de la Independencia 2025 dejó una certeza: Cartagena demostró que cuando se une en propósito y comportamiento es capaz de reescribir su propia historia festiva. Lo que antes estaba asociado a caos o desorden hoy se transforma en una muestra de civismo, orgullo y cultura.
El desfile no solo fue una vitrina artística. Fue una lección de ciudadanía, una muestra del poder colectivo y una reafirmación de lo que significa la independencia para Cartagena: libertad, identidad, raíces y un futuro que se construye entre todos.
