En Cartagena, la movilidad diaria de cientos de miles de ciudadanos depende del Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM), Transcaribe. Este sistema funciona como un motor: si una pieza crucial falla, el impacto es inmediato.
Hoy, la pieza que falló fue la paciencia de los conductores. Trabajadores adscritos al operador dos del SITM se negaron a prestar servicio, desencadenando un paro de conductores que interrumpió rutas vitales y afectó a miles de usuarios que intentaban llegar a sus destinos.
Paro de conductores en Transcaribe marca un punto crítico en la movilidad
La protesta no es por un aumento, sino por el incumplimiento más básico: el salario. La empresa contratista, CCSI, operadora de la porción dos del sistema, tiene retrasos en el pago de los honorarios de sus empleados.
Mientras la ciudad se paralizaba parcialmente, los miembros del Sindicato SNTT, Ernesto Barrios y Ruben Ramirez, conversaron con Infomilenials para exponer la grave realidad laboral que se esconde tras la operación diaria del sistema.
La problemática central que llevó a los operarios a la protesta es el atraso constante en el pago de sus remuneraciones mensuales. Para los conductores, este incumplimiento representa una emergencia vital que va más allá de un simple retraso administrativo.
Paro de conductores en Transcaribe destapa presuntas represalias laborales
Ernesto Barrios, miembro del sindicato SNTT, fue contundente al señalar a la empresa y al Distrito. “La problemática principal radica en que los empleados están experimentando serios inconvenientes con el pago de sus salarios. La empresa en cuestión no está honrando el contrato firmado, lo cual es de gran preocupación, dado que es la única empresa vinculada directamente a Transcaribe y al distrito”, explicó Barrios.
La situación se agrava por la vulnerabilidad de estos trabajadores. Barrios relató que los operarios no solo luchan por su sustento, sino que enfrentan represalias.
“Es una situación difícil porque estos compañeros enfrentan problemas de alimentación, muchos de ellos pagan alquiler y, si se quejan o se molestan, son despedidos”, lamentó, añadiendo que esta “mala práctica se ha mantenido desde septiembre, afectando también la entrega de dotación y reteniendo liquidaciones hasta por cinco meses en caso de renuncia”.
Paro de conductores en Transcaribe abre debate sobre el modelo de concesiones
La dinámica del sistema de transporte masivo de Cartagena, como se documenta en fuentes oficiales como el Plan Maestro de Movilidad, opera bajo un esquema de concesiones. Transcaribe, como ente gestor, contrata a empresas privadas (concesionarios) para la operación de las rutas. El conflicto actual revela la grieta en este modelo.
“Lo sorprendente, y lo más grave, es que, según se alega, Transcaribe no les transfiere los fondos necesarios para que el concesionario efectúe los pagos a los empleados, a pesar de que si Transcaribe paga, el concesionario paga”, denunció Barrios, evidenciando una “clara evasión de responsabilidades tanto por parte de Transcaribe como del concesionario”.
Paro de conductores en Transcaribe evidencia tensiones entre operador y concesionario
El paro de conductores se convirtió en el grito de auxilio de quienes, en la primera línea del servicio, no ven garantizado su mínimo vital. La fecha tentativa de pago, propuesta por la empresa, fue rechazada categóricamente por los trabajadores, que viven al borde del colapso económico.
“Supuestamente, la empresa ha convocado una reunión con el fin de negociar el pago de salarios para el próximo martes, con la llegada de un representante”, detalló Barrios.
Sin embargo, la propuesta es insuficiente: “los trabajadores no están de acuerdo con esta fecha, ya que a estas alturas enfrentan serias dificultades económicas: carecen de recursos para alimentación y transporte, y tienen pagos pendientes de servicios y arriendo, lo que los ha llevado a un alto nivel de endeudamiento”, aseveró el líder sindical.
Paro de conductores en Transcaribe compara prácticas entre concesionarios
La indignación se acentúa porque otros concesionarios, como Sotramac y Transambiental, supuestamente mantienen sus pagos al día. “Cuestionan por qué este concesionario, que está directamente vinculado a Transcaribe, dirigido por Silia y el señor Álvaro Tamayo, aún no ha pagado. Por lo tanto, insisten en que estas partes no están asumiendo la responsabilidad que les corresponde”, afirmó Barrios.
Rubén Ramirez, también miembro del sindicato SNTT, enfatizó la evasión mutua de responsabilidades.
“Cada parte elude su responsabilidad a su conveniencia. Por un lado, Transcaribe argumenta que es una decisión puramente administrativa y que no tiene implicación interna. Por otro lado, los administradores del concesionario se justifican diciendo que no cumplen con los pagos porque Transcaribe tampoco les paga a ellos”, explicó Ramirez.
Esta incertidumbre mantiene a los trabajadores “en un limbo sin una respuesta concreta, siendo derivados de un lado a otro”, añade el líder sindical.
Paro de conductores en Transcaribe visibiliza riesgos y condiciones de operación
La problemática salarial no es el único desafío que enfrentan los conductores. El sindicato SNTT también denuncia condiciones laborales extremas y la falta de apoyo en el riesgo diario.
“Nuestra rutina diaria es complicada. Carecemos de apoyo, tanto por parte de los concesionarios como de Transcaribe”, indicó Ernesto Barrios. La exposición al peligro y el vandalismo se suman a la “explotación laboral, con jornadas extensas de hasta 12 horas”.
Barrios describió los agotadores “turnos tabla partida” donde un trabajador que comienza a las 6 a.m. puede terminar su jornada hasta las 9 o 10 p.m., lo que implica según Barrios, una “grave pérdida de vida social y familiar”.
La situación ha sido tan “traumática” que el líder sindical dijo haber recogido “numerosas quejas y denuncias de colegas que sufren explotación laboral, la falta de entrega de dotaciones y despidos como represalia por cualquier reclamo”.
Paro de conductores en Transcaribe pone bajo análisis el rol del ente gestor
Transcaribe, ante el paro de conductores, emitió un comunicado reconociendo que “algunos operadores adscritos al operador dos del SITM, ejerciendo su derecho a la protesta, han decidido parar sus labores hoy, alegando que la empresa contratista CCSI está retrasada con sus pagos”.
La entidad gestora aseguró estar adelantando diálogos con CCSI, el contratista privado, para solucionar la situación.
Paro de conductores en Transcaribe destaca presuntos vacíos en supervisión y control
No obstante, Ruben Ramirez cuestionó la postura de Transcaribe de evadir responsabilidades. “Transcaribe, bajo amparo legal, evade responsabilidades argumentando no tener incumbencia en esta situación”.
Ramirez recordó que Transcaribe tiene la obligación de “velar por la seguridad y el bienestar de los operarios, garantizándoles al menos un mínimo vital”.
El argumento del sindicato sobre la responsabilidad de Transcaribe se basa en su rol de ente regulador y supervisor. “Transcaribe no puede alegar desconocimiento de la situación, ya que, si no me equivoco, tiene una oficina dentro de Patio 2. Esto significa que están al tanto y vigilan los procesos internos”, puntualizó Ramirez. Consulta más sobre el STM de Cartagena Transcaribe aquí.
“El hecho de que cada operador esté identificado por un código que comienza con el dígito 32, regulado y vigilado por el ente gestor, confirma la conexión”, añadió el líder sindicalista.
Paro de conductores en Transcaribe expone límites del sistema
El paro de conductores de Transcaribe es, en última instancia, el resultado de una presunta “irresponsabilidad compartida” que llevó a los trabajadores a un “punto de quiebre donde la única opción que les quedó fue la de parar”.
La solución al problema, que impactó la movilidad de cientos de ciudadanos, según lo manifestaron los líderes sindicales “exige que tanto el concesionario como Transcaribe asuman plenamente sus deberes”.
