Las apuestas inflan candidaturas y generan un espejismo electoral en Colombia. Una investigación de La Silla Vacía reveló que plataformas como Polymarket, el mayor mercado de predicciones del mundo, presentaron a Abelardo De la Espriella y Vicky Dávila como favoritos para las elecciones presidenciales de 2026, aunque en la práctica no cuentan con respaldo ciudadano verificable.
Este fenómeno abre interrogantes sobre cómo estas herramientas engañaron al electorado y alimentaron burbujas mediáticas que influyeron en la conversación política nacional.
Las apuestas en Polymarket: un espejismo electoral
Polymarket funciona como un mercado de apuestas con criptomonedas. Allí los usuarios invierten dinero sobre el resultado de futuros eventos políticos. Los precios cambiaban según quién apostaba y cuánto arriesgaba, pero no eran encuestas ni mostraban la intención real de voto.
“estos resultados no fueron legítimos, pero circularon como si fueran mediciones serias”.
Advirtió La Silla Vacía, al difundirse en redes sociales y medios, los tableros de Polymarket inflaron candidaturas y confundieron a la ciudadanía.

Las apuestas inflan candidaturas: el caso De la Espriella
Uno de los beneficiados por este mecanismo fue Abelardo De la Espriella, abogado mediático con amplia presencia pública. Su nombre apareció entre los primeros lugares en Polymarket. Esa posición le permitió proyectar la idea de que tenía un respaldo sólido hacia 2026.
En palabras de la investigación, “el solo hecho de aparecer arriba en el tablero generaba titulares y conversación digital, incluso si detrás apenas había unos pocos apostadores”. La burbuja creada en internet se transformó en un recurso propagandístico más que en un reflejo electoral.
Las apuestas y la aparición de Vicky Dávila
La periodista Vicky Dávila también figuró como presidenciable en Polymarket. Aunque no oficializó ninguna aspiración, su nombre circuló en medios y redes como una señal de favoritismo.
“Las apuestas inflaron a Dávila y De la Espriella, quienes gracias a estas cifras lograron instalar su nombre en la conversación política nacional”, resaltó La Silla Vacía.
El efecto fue doble: aumentó su visibilidad y debilitó la confianza en encuestas y mediciones serias.
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Manipulación y desinformación digital
Más allá de nombres puntuales, el verdadero problema fue que estas apuestas fabricaron percepciones que después se convirtieron en noticias y en tendencias digitales. El electorado quedó expuesto a un espejismo en el que supuestos favoritos se legitimaron a punta de titulares.
El caso colombiano no fue aislado. En países como México y Brasil ya se denunciaron maniobras similares. En Colombia, distintos analistas han señalado que el riesgo podría ser mayor por la debilidad en los controles frente a la desinformación digital.
Impacto en la democracia
Que las apuestas inflan candidaturas generó consecuencias para la democracia. En ciudades como Cartagena, donde el voto de opinión se amplifica en redes sociales, la circulación de estas cifras pudo condicionar percepciones, desviar la atención de las propuestas y consolidar liderazgos ficticios.
La Registraduría Nacional insistió en que los votantes debían verificar las fuentes de información y desconfiar de mediciones no reguladas. Sin embargo, el país aún carece de un marco legal claro para frenar estas prácticas.
Reflexión final: abrir los ojos ante las apuestas
La investigación de La Silla Vacía dejó un mensaje claro: los mercados como Polymarket no eran encuestas, sino escenarios manipulables que fabricaban candidatos. El caso de De la Espriella y Vicky Dávila mostró cómo la política se mezcló con el espectáculo y las apuestas digitales para producir espejismos electorales.
Para la ciudadanía, la lección fue desconfiar de estas “probabilidades” disfrazadas de datos y exigir transparencia en la información política. Abrir los ojos ante estas estrategias sigue siendo vital para proteger la integridad de la democracia.