En un discurso cargado de reflexiones históricas, definiciones sobre el concepto de “moral” en la Fuerza Pública y directrices sobre la seguridad interna, El Presidente Gustavo Petro se dirigió a los subtenientes ascendidos del curso militar Capitán Hugo Rafael Moncada Gómez en la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, el 4 de diciembre de 2025.

El mandatario centró su intervención en el papel de los nuevos oficiales como defensores del pueblo y la soberanía, mientras planteaba una discusión pública sobre la restricción de armas a civiles y la lucha contra la codicia del narcotráfico.
El Presidente Gustavo Petro y la “Moral” de la Fuerza
El presidente comenzó su alocución destacando que la favorabilidad hacia el Ejército y la Policía Nacional ha subido permanentemente, un hecho que, a su juicio, eleva la moral de las instituciones. El Presidente Gustavo Petro redefinió este concepto central para la vida militar, alejándolo de lo técnico y vinculándolo directamente con el afecto por el pueblo.
“La moral es ni más ni menos la capacidad que tiene uno de hacer sacrificios por los demás”, explicó el mandatario, subrayando que en una sociedad que enseña a sacrificarse solo por sí mismo, la esencia de la fuerza pública es un sacrificio por el pueblo.
El presidente argumentó que esta moral “depende es del amor, de nada más, es decir, del amor del militar hacia su patria (la gente) y el amor de la gente hacia su fuerza” Además, destacó el origen de los 200 nuevos subtenientes, que incluye 20 provenientes de la población campesina desplazada, señalando un lamentable cambio histórico donde los campesinos son “menos que los desplazados”.

La Deuda Histórica y el Lamento de Panamá
En un aparte dedicado a la historia, el jefe de Estado instó a la institución militar a estudiar momentos cruciales de la nación, en particular, la separación de Panamá. Recordó que la lealtad debe ser con el pueblo y la bandera, y no con la “cobardía de un presidente”.
El Presidente Gustavo Petro lanzó una pregunta retórica y profunda a los nuevos oficiales y a la institución: “¿Por qué Panamá no es de la República de Colombia?”. Este análisis militar es, para el presidente, crucial.
Tras repasar la historia del primer ejército libertador y del general José María Melo, olvidado por defender la industria nacional y a los obreros, el presidente ligó la defensa de la soberanía al compromiso irrenunciable de los militares.
La reflexión condujo a una solicitud seductora a la nación hermana: “Volvamos a establecer una gran confederación de una Colombia grande”, con las naciones que fueron parte de la Gran Colombia.

El Presidente Gustavo Petro Contra la Codicia y las Armas Ilegales
Uno de los puntos más álgidos del discurso se enfocó en el monopolio de las armas por parte del Estado, según lo ordena la Constitución de 1991. El Presidente Gustavo Petro fue categórico al vincular la codicia con la violencia y el narcotráfico, y la venta de armas con el empoderamiento del crimen.
Recalcó que la codicia y la vida son antagónicos, y que el narcotráfico, como un negocio de codicia, busca comprar corazones. “La codicia es enemiga antagónica de la vida”, sentenció, al tiempo que rememoró un hecho histórico crucial. Encuentra el discurso completo del presidente Gustavo Petro aquí.
El presidente aseguró que, en la época de las CONVIVIR (década de 1990), el Estado colombiano, a través de la Superintendencia de Seguridad, entregó 20.000 armas que nunca retornaron: “Es decir, esas armas entregadas por el Estado armaron al narcotráfico en Colombia”. A esto se suma que, en las últimas décadas, hay 60.000 armas “perdidas”, que están siendo utilizadas contra la misma Fuerza Pública.
El Mandato de la Verdad y la Prohibición de las Armas Civiles
En este contexto de violencia, el presidente impartió una orden directa a la cúpula militar para que se asuma el pasado y se busque el perdón social, cimentado en la verdad.
El Presidente Gustavo Petro anunció la entrega del primer modelo de la cartilla que resume el informe de la Comisión de la Verdad y que se repartirá a millones de estudiantes de colegios públicos. Sobre esto, dio una instrucción ineludible al Alto Mando: “Repartir esas cartillas a cada soldado y policía de Colombia. “La historia debe conocerse para que no se repita, pues “el olvido no es, el perdón sí es, porque nos toca perdonar”.
La conclusión más drástica del presidente se dirigió al control de armas, proponiendo un cambio fundamental en la legislación para civiles. Tras mencionar que el Estado está “creando y potenciando el crimen” a través de la venta de armas, y que se debe desmontar al máximo la venta a civiles, lanzó la propuesta de fondo.
“En mi opinión como presidente de Colombia, ningún civil en Colombia debe tener armas, ni el presidente”, afirmó, abriendo el debate público sobre un endurecimiento de la normatividad.

El Presidente Gustavo Petro y el Despertar del “Jaguar Americano”
El presidente también abordó el tema del mercenarismo, celebrando que el Congreso aprobara el tratado contra esta práctica. De igual forma, advirtió a los nuevos oficiales que sus conocimientos, pagados con dinero público, no pueden usarse para servir a narcotraficantes o en guerras ajenas como la de Ucrania.
Finalmente, el presidente se refirió a las amenazas externas que, según él, recibe el país por la lucha contra el narcotráfico, recalcando el alto costo en vidas que ha tenido este conflicto: “Aquí hemos puesto sangre por litros. ¿Cuánta sangre sería? Nadie ha calculado eso, terrible número”.
El mensaje de soberanía fue contundente: “Y que advertimos que Colombia no se deja amenazar y que el que pase de la amenaza a la acción solo despertará el jaguar americano que está dormido en el corazón del pueblo”. La soberanía, se defiende con la vida”. concluyó el Presidente Gustavo Petro,
Como gesto de cercanía y en medio del espíritu navideño, el presidente otorgó un permiso especial: “El ejército autorizó 12 días de permiso… yo le voy a dar cinco días más de descanso traten de que coincida con la Navidad”.
Cerró su intervención con una orden presidencial: “Le he pedido a Colombia, pido, pero es orden presidencial que en esta Navidad no matemos, no nos matemos”. El objetivo superior, reiteró, es una Colombia grande, soberana, libre y de justicia, construida con amor y en paz.
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