En la mañana de este miércoles 3 de diciembre, el fuerte sol de Cartagena revelaba una imagen ya común en parques y áreas verdes: la presencia de excrementos de perro sin recoger.

Propietarios pasean a sus perros en el parque lineal de Crespo mientras avanza la campaña Cagarla es no recogerla para fomentar la limpieza del espacio público.// Foto: Infomilenials.

En medio de esta realidad, el activista ambientalista Anderson Tirado, bajo el lema «Cagarla es no recogerla», realizó un recorrido de sensibilización en el parque lineal de Crespo. Su misión es clara: recordar a los ciudadanos que, junto a los derechos de los animales como seres sintientes, vienen los ineludibles deberes humanos.

La Ley 1774 de 2016 de Colombia reconoció a los animales como seres sintientes, lo que implica una protección especial y el deber de garantizar su bienestar. Sin embargo, esta protección no exime a los tenedores de su responsabilidad cívica y sanitaria.

De hecho, el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (Ley 1801 de 2016), en su Artículo 124, establece multas para quienes permitan que sus mascotas defequen en zonas públicas sin recoger los excrementos. Esta es la base legal que soporta la urgencia del mensaje que promueve Tirado: Cagarla es no recogerla es un imperativo de salud pública y convivencia.

El llamado de la comunidad de Crespo fue el detonante para que Anderson Tirado llevara su campaña a este punto del norte de Cartagena, que se ha convertido, según los residentes, en un foco de irresponsabilidad.

Recorrido en el parque lineal de Crespo durante la campaña Cagarla es no recogerla, el activista Anderson Tirado dialogando con un ciudadano.// Foto: Infomilenials.

La tenencia responsable y el deber de recoger: Cagarla es no recogerla

Conciencia ciudadana y deberes de los tenedores

Tirado aborda a los transeúntes, combinando el afecto por los animales con la firmeza del cumplimiento de las normas. «Estamos promoviendo la concientización sobre la tenencia responsable de animales. Buscamos motivar a las personas a querer y tratar bien a sus seres sintientes,» explica el activista. Pero inmediatamente subraya el punto de quiebre.

«No obstante, es fundamental recordar que, como tenedores de estos seres, también tenemos responsabilidades. Entre ellas, es obligatorio recoger las heces fecales de nuestras mascotas cuando salimos a pasearlas,» enfatiza.

Riesgos sanitarios de no recoger los desechos

El activista señala que la práctica de dejar los desechos caninos tirados, popularmente conocidas como «minas quiebra patas», no solo es un problema estético. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los excrementos de perro son un vehículo de parásitos y bacterias que afectan la salud humana, especialmente en parques donde juegan niños. Por lo tanto, el abandono de las heces es un riesgo sanitario latente.

Lo que evidenció el recorrido

Durante el recorrido por el parque lineal, la evidencia es abrumadora. «Efectivamente, estamos realizando un recorrido completo por la ciudad y hemos detectado la presencia de estas heces fecales caninas en diversos sectores,» narra Tirado. La visita a Crespo confirmó las quejas de los vecinos. El activista notó la generalizada omisión del deber ciudadano.

«De todos los casos que observamos, solo una persona, ¡ojo!, solamente una, se tomó la molestia de sacar la bolsa para recoger las heces. Los demás, simplemente, dejaron que sus mascotas hicieran lo que quisieran. ¡Tampoco es el modo! La tenencia es responsable, y eso incluye, por supuesto, recoger las caquitas,» lamenta.

La campaña Cagarla es no recogerla registra comportamientos cotidianos de mascotas en Crespo para promover tenencia responsable.// Foto: Infomilenials.

El impacto en el parque: por qué Cagarla es no recogerla es urgente

Cagarla es no recogerla: trabajadores afectados por la falta de civismo

El problema de las heces no solo afecta a los visitantes, sino que dificulta la labor de quienes mantienen las zonas verdes limpias. Los trabajadores del parque lineal de Crespo son testigos diarios de esta falta de civismo. Mauricio Urrego, uno de los encargados de la limpieza, describe con frustración la situación.

«Aquí, en este parque, sucede a diario. La cantidad es enorme. Uno va con la guadaña y de repente, ¡pum! Ya la llevé por delante. Y eso salpica al que va, al que está al lado, y a mí también me salpica todo,» relata Urrego, exponiendo el riesgo biológico y la incomodidad laboral que implica la negligencia de los dueños de perros.

La voz de quienes cuidan el espacio

Otro trabajador de la zona, Edgardo Reales, reitera el mensaje de la campaña. «En mi opinión que toda persona que traiga su mascota al parque debe responsabilizarse por ella. Si el animal ensucia, el dueño debe recoger los desechos inmediatamente, utilizando una bolsa y depositándolos en la basura,» afirma Reales, señalando que la limpieza es una obligación de toda la comunidad.

Una ciudadana expresa el deber ambiental

Kati Luz Padilla, una ciudadana que labora en la zona y saca a su perro Lucas, entiende la importancia de la acción completa. «Aprovecho para recordarles a todos que, al sacar a nuestros cachorros (que ya son parte de la familia), debemos ser responsables con el medio ambiente. Esto implica recoger sus desechos y, muy importante, depositarlos en la basura. No basta con solo recogerlos en una bolsa y dejarlos tirados. La idea es tener más cultura ciudadana y ambiental.»

La campaña Cagarla es no recogerla conversa con jóvenes en el parque lineal de Crespo para promover responsabilidad en los dueños de mascotas.// Foto: Infomilenials.

Cagarla es no recogerla: la extensión del problema y la falta de civismo

Más allá de Crespo: otros puntos críticos

El problema no se limita a un solo barrio. Anderson Tirado también ha evidenciado la grave situación en puntos neurálgicos de la ciudad, como la zona aledaña al centro de convenciones. «El área que rodea el centro de convenciones presenta un problema de salubridad: la presencia constante de heces de caninos. Esta situación es lamentable y se agrava debido a la alta afluencia de turistas y transeúntes,» advierte el activista.

La responsabilidad en familias multiespecie

El llamado es a la responsabilidad ineludible. Aunque los perros son considerados «hijos» en las «familias multiespecie» y gozan de protección legal, este estatus refuerza, y no disminuye, la obligación del tenedor.

Fernando Munévar, habitante de Crespo, lo resume perfectamente. «Me parece maravilloso que existan personas como ustedes que se dediquen a crear programas de este tipo para educar a la gente sobre la importancia de recoger los desechos de sus mascotas. Dado que los perros no tienen manos, es responsabilidad de sus dueños hacerse cargo de sus necesidades.»

Deportistas reclaman cultura ciudadana

Fabian Orozco, deportista de la zona, subraya la queja desde el disfrute del espacio. «La situación es inaceptable, especialmente porque esta es una zona dedicada al deporte. El problema principal es que algunos dueños de mascotas no recogen los excrementos de sus animales… Mi queja se centra en la falta de civismo: es fundamental que, si una mascota defeca, su dueño la recoja.»

Excremento canino en el parque lineal de Crespo, evidencia utilizada en la campaña Cagarla es no recogerla para alertar sobre la falta de cultura ciudadana.// Foto: Infomilenials.

Buenas prácticas que sí funcionan

La solución es sencilla, como lo demuestra Justino Torres. «Siempre llevo conmigo mi dispensador de bolsas para recoger el excremento de mi perro inmediatamente. Lo recogemos aquí mismo y lo depositamos donde corresponde. Es la forma correcta y necesaria de actuar.»

Cagarla es no recogerla y la responsabilidad ciudadana

El mensaje final de Anderson Tirado resuena como un eco de civismo en la ciudad: «El mensaje principal es crear conciencia: invitamos a la ciudadanía a ser responsables. Es fundamental sacar a pasear a nuestras mascotas, pero es obligatorio recoger las heces fecales.»

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