La comunidad denuncia un retraso que ya desbordó la paciencia en el barrio El Líbano. La pavimentación de la calle 34, contratada por la Gobernación de Bolívar, debía entregarse el 15 de diciembre. Sin embargo, hoy la obra permanece estancada en un cruce de señalamientos entre el consorcio ejecutor y Aguas de Cartagena, mientras los vecinos temen pasar la Navidad entre zozobras, malos olores y riesgos sanitarios.
Infomilenials habló en exclusiva con Abel De la Cruz, líder comunal del sector, quien confirmó que “la comunidad entró en desespero porque hay afectaciones en salud y varios accidentes por el mal estado del terreno”.
Comunidad denuncia fallas técnicas que frenan la ejecución
Según De la Cruz, los trabajos avanzaban con normalidad hasta llegar al tramo cercano al puente que conecta la calle Primera de Mayo con la vía hacia Salim Bechara. Allí, la obra se detuvo por una tubería de aguas residuales cuya profundidad sería insuficiente para permitir la pavimentación.
“Parece ser que la tubería no tiene la profundidad que se necesita para pavimentar. Y ahí empezó la controversia: que es culpa del consorcio, que es culpa de Aguas de Cartagena. Mientras tanto, nosotros seguimos viviendo el problema”, explicó.
Ese desacuerdo técnico, sumado a las lluvias y al periodo festivo, frenó el avance y alimentó el malestar barrial. Entérate de más de Aguas de Cartagena aquí.
Comunidad denuncia afectaciones en salud y accidentes
El retraso dejó de ser solo un asunto administrativo para convertirse en un problema de salud pública. De la Cruz advirtió que el estancamiento de aguas negras genera olores fuertes, presencia de zancudos y ambientes insalubres.
“Hay niños con brotes en la piel y adultos mayores con enfermedades respiratorias. Además, una vecina se cayó, se partió la frente y nadie le reconoció el accidente”, relató.
A esto se suma el riesgo de caídas nocturnas, cuando la vía queda completamente oscura y fangosa.
Comunidad denuncia retraso crítico que pone en riesgo la temporada decembrina
Aunque la Gobernación anunció que la obra estaría lista para el 15 de diciembre, hoy no existe una fecha clara. La comunidad insiste en la necesidad de un cronograma serio, un vocero único y avances visibles.
“Queremos aunque sea ver un carril pavimentado. Ya llega diciembre, queremos poner velitas, adornar la calle. ¿Cómo hacemos si esto sigue igual?”, dijo De la Cruz.
Aguas de Cartagena habría informado que resolvería el problema técnico en veinte días, pero ese plazo ya venció. Para los vecinos, la ausencia de respuestas prolonga la incertidumbre.
“El consorcio dice una cosa, Aguas de Cartagena otra. Y la comunidad está en el medio, sin respuestas. Necesitamos un compromiso real”, afirmó el líder.
Comunidad denuncia posibles protestas si no hay soluciones
La molestia aumenta cada día. Algunos habitantes evalúan protestas en la vía principal si no obtienen respuestas antes de finalizar diciembre.
“No queremos llegar a extremos, pero si no vemos soluciones, la gente va a salir a protestar. Lo que pedimos es sencillo: claridad y compromiso”, advirtió.
La comunidad pide certezas y teme pasar la Navidad entre zanjas
La mayor preocupación del barrio es enfrentar la temporada navideña con la obra abierta, los olores fuertes y el riesgo constante de caídas y enfermedades. Los vecinos insisten en que no piden privilegios, sino una fecha realista, un compromiso verificable y un equipo técnico que asuma la responsabilidad de informar con claridad.
“Llevamos más de 40 años esperando esta pavimentación. Solo queremos que nos digan la verdad y que cumplan. No queremos protestar, pero tampoco queremos pasar la Navidad entre zanjas y malos olores”, concluyó Abel De la Cruz.
